El desempleo es una losa muy pesada. Excesivamente pesada.
No soy la única persona en paro de este país, de hecho no soy la única mujer en paro. Si afinamos más, no soy la única mujer periodista en paro.
Llevo sin cotizar tanto tiempo que ya una casi siente vergüenza de decirlo porque es inevitable sentir una falsa culpa por esta situación.
Buscamos ofertas de empleo diariamente e intentamos también reciclarnos para adaptarnos al nuevo mercado laboral que nos ha planteado. Un desbarajuste mental y físico para quienes nos esforzamos tanto dedicando años a la formación pensando que cuanto más plantaras ahora, más recogerías en el futuro. Ahora vemos cómo todo lo que hemos plantado se lo está llevando en nuestra cara otra gente.
Y si le sumamos las mentes perversas y avispadas podemos encontrar algunos casos como éstos:
¡Bingo!
Yo le digo a mi madre que he conseguido un trabajo en una rifa y no sé si se echa a llorar o me deshereda por entrar al trapo de un sinvergüenza.
"Disponibilidad para el desnudo"
Esta oferta la encontré en mayo de 2012. No es reciente pero me marcó tanto que la tengo ahí cerca para recordarme qué cantidad de miserables hay por el mundo. Se seleccionarán periodistas sin estudios (¿?) con muy buena presencia y disponibilidad para el desnudo. Ole. ¡Y seriedad! Cualquiera no vale, ¿qué pensabas?
Dietas sí, estudios no
Esta ya es más reciente. Buscan mujeres reporteras de cierta altura (física, no profesional) y de la talla 36-38. Andarán cortitos de vestuario y tienen que aprovechar la ropa de una vez para otra. ¡Juventud! de 18 a 22 años y con el graduado escolar (¿todavía se llama así?). ¿Cómo te quedas?
Sexy, sexy, sexy
Hoy rulaba por las redes el anuncio de una publicación digital que buscaba así alguna candidata para ampliar su plantilla:
Sesudos requisitos:
Tras el consiguiente y legítimo revuelo:
Yo lo siento mucho, no sois malos, malos, sois sinvergüenzas, sinvergüenzas.
No todo vale, y mucho menos eso de que hablen de una aunque sea mal. Eso es muy antiguo ya.
Pero una duda me aborda en estos momentos: ¿habrá alguna mujer en la redacción actualmente?, ¿cómo estará?, ¿se respetarán sus derechos como trabajadora y como mujer? Lo dudo. Lamentablemente.
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