Mirar el dedo o la luna

En el mundo periodístico hay luchas internas tan constantes como básicas, una de ellas es cuando hay que decidir dónde acaba la información y empieza el morbo. Hoy me he topado con una noticia de ElDiario.es que narra una historia atroz, pero real, sacada del blog Guerra Eterna del compañero Iñigo Sáenz de Ugarte. A su vez, la noticia se recoge del The New York Times. 

No he visto el vídeo porque no me siento capaz de ello y solo el titular me pone los pelos de punta. 

Pero bien, qué es lo importante aquí, además de reseñar la información misma, es la reacción de quienes ven la noticia. Al tratarse de comentarios en el facebook de ElDiario.es, entiendo que no hay problema en recoger aquí también de forma pública estas opiniones: 

Otro comentario apunta al nulo análisis de la variante de género que se ve en la noticia. Por supuesto que se podría analizar la violencia patriarcal del hecho que narra la noticia.

No me gustaría entrar en el debate de si es morbo o información. Por contra de lo parezca, opino que en la redacciones no se publica ni la mitad de los contenidos de las informaciones más tenebrosas. Quisiera entrar en lo fácilmente que se olvida en las relaciones diarias la violencia a la que estamos sometidas las mujeres por el hecho de serlo. O la violencia que se ejerce contra lo que se entiende que va contra lo heteronormativo. 

Voy con otro ejemplo:

No quiero salirme del tema central: lo que no se nombra, no existe; lo que no se cuenta, no se conoce y no se puede recordar. Más allá de lo "apropiado" o no de compartir una información tan desagradable como la de la chica afgana con tanto detalle, falta voluntad para analizar exhaustivamente las noticias y ver más allá del titular y la entradilla. 

Así solo se seguirán reproduciendo los mismos comportamientos y solo se seguirá mirando el ojo en vez de la luna que señala.