La Diputación de Cádiz ha entregado los premios de la cuarta edición del concurso de cortometrajes Cuando el roce no hace el cariño y que se publicitaba con este anuncio:
Los cortos ganadores son:
1º Premio. 'No solo maltratas a tu mujer', del CEIP Nuestra Señora de las Montañas (Villamartín), que refleja cómo afecta a una menor la violencia que se produce en su hogar.
2º Premio: 'Cartas llegan', del IES Mar de Poniente (La Línea de la Concepción). Aquí se muestra el aislamiento de una joven por parte de su pareja y la violencia que ejerce sobre ella.
3º Premio: 'Ciclo', del IES La Bahía (San Fernando). En este corto se muestran los diferentes ciclos de la violencia en una pareja.
Mejor o peor realizados, guionizados o interpretados, técnicamente hablando, hay que valorar sobre todo la implicación de todas las personas que se han decidido a participar en este certamen que solo busca acercar a la juventud un importante problema social. Como iniciación no está de más este tipo de ideas, que estimulen a estas chicas y chicos y despierten sus conciencias.
Sería interesante saber qué han aprendido de esta experiencia, si se han documentado sobre el tema y qué opinan sobre su papel dentro de la lucha contra las distintas violencias, aunque en la mayoría que se muestran es en la pareja y de manera unidireccional de hombre a mujer y de manera explícita, sin obviar las primeras señales.
Quién sabe, lo mismo alguien que ha participado en la elaboración de estos cortos y en los demás que se presentaron, toma una posición activa en la lucha contra las violencias de género. El primer paso ya está dado.
"Ponga el cronómetro. Espere cinco minutos y cuente hasta cuatro. Espere otros cinco minutos más y vuelva a contar. Después de media hora sumarán 24. Tras una hora serán ya 48 y así, sucesivamente... Este es, según el American Journal of Public Health, el ritmo al que miles de mujeres en República Democrática del Congo son violadas, torturadas y mutiladas por los grupos rebeldes desde que comenzara el conflicto en 1996."
Así comienza la entrevista que hace Público.es a la periodista y activista congoleña Caddy Adzuba.
Datos demoledores.
Os he dejado el enlace para que podáis leerla personalmente. No por repetitivo deja de ser importante, no es la primera vez que se publica alguna información sobre la relación entre la guerra y el horror con el sometimiento físico y sexual de las mujeres de la comunidad. Y aquí os dejo otro enlace del mismo medio que trata sobre el tema. Pero no pasa nada, el G-8 ha sido generoso y da 26,9 millones de euros para tratar de erradicar la violencia sexual, solo la sexual por cierto, en las zonas de guerra. ¿Menos es nada? Sí. ¿Vale de algo la ayuda y programas mal enfocados? No.
La [pen]última humillación a Grecia por parte de la UE ha sido la supresión de las emisoras públicas de radio y televisión.
En unas seis horas y por decreto estatal, el Gobierno silencia a los medios públicos del país con la excusa de la austeridad. Un nuevo austericidio que conviene a esas y esos mandamases que tienen la barriga llena y condena a unas 3.000 personas a un futuro incierto en un país tristemente escenario de los experimentos del tridente de Europa, (la troika formada por FMI, BCE y la CE), y a la que se ha unido alegremente Alemania.
Grecia se convierte en el primer país europeo que cierra por decreto una emisora nacional. Peligrosísima línea la que ha cruzado el gobierno de Antonis Samarás, que pretende reabrirla en unos meses con tan solo 700 personas en su plantilla.
¿Qué atrasado el pueblo griego, verdad? Cierran las emisoras públicas por falta de presupuesto y no se han dado cuenta de que a lo mejor es conveniente mantenerlas para darles otra función. Aquí en España sabemos algo de eso a pesar de la gran deuda de nuestras emisoras públicas, ¿no os acordáis de cuando en TVE, sí Televisión Española, nos informaron de que para calmar la angustia por el paro lo más recomendable era rezar?
Hete aquí solo un ejemplo de cómo los medios públicos, desgraciadamente, son suculentas plataformas que moldear a las ideologías del partido que gobierne cuando, en teoría, solo deberían obedecer al servicio a la ciudadanía. En Grecia han eliminado directamente el ente donde priman la cultura, la información y el entretenimiento bien entendido.
Pero volvamos a España, el Gobierno pretende precarizar las condiciones de trabajo de los músicos de la Orquesta Sinfónica y el Coro de RTVE y así reaccionaba el público asistente:
Pero sin duda, lo que me dejó patidifusa, y de lo que ya me parece que se van a librar las mujeres en Grecia, es que nos quieren enseñar el decoro. Me encanta, disfruto. "¿Irá mi hija provocando?". Recomendadísimo el reportaje de TVE:
¿Qué diferencia hay entre esto y la aprobación de una ley ayer en Rusia que impide la propaganda homosexual? La que está a favor, por supuesto. La diferencia es la sutileza. El Gobierno ruso te prohíbe defender la homosexualidad, el Gobierno español te dice cómo vestir para no provocar a los hombres machos. Se descarta una programación que apueste por la igualdad y el respeto entre unas y otros tanto para el público infantil como adulto. Muy español eso de "¿para qué preocuparnos ahora por eso? cuando llegue ya veremos qué hacemos". Es mejor enseñar el decoro, la autocensura, pero, ¿quién dice dónde termina el decoro y empieza la provocación? ¿Un seno es siempre ofensivo o provocador? ¿Los hombres fácilmente alterables van a la playa en verano con intención de mirar a la que pasa? (muy ofendido, por supuesto). Entonces, personas defensoras del decoro, ¿el problema es de la chica que va a la playa o es del mirón verde pistacho?
Dudas, dudas, dudas...
Sea como sea, lo de Grecia es una barbaridad, pero viendo lo que están haciendo aquí en España, en el fondo más hondo de mí no puedo dejar de pensar que para tener lo que tenemos, no sé si sería mejor no tener nada. Televisión pública sí, pero así no.
Me gusta leer historias en femenino de vez en cuando en los medios. Así, ya está.
No creo que sea una lupa maliciosa contar la experiencia de las mujeres en ciertos sectores laborales. Suelen mostrar en su mayoría una cara amable de cómo es el día a día de mujeres que se dedican a profesiones en las que aún parece extraño encontrarse con alguna de nosotras y que suelen ser además en constante relación con el público. En otras informaciones se ve la cara amarga de las condiciones laborales de las mujeres.
Mi compañero Antonio Muñoz de la Vega, de La Voz de Cádiz, pone la mirada en historias de mujeres taxistas de Cádiz porque han publicado el libro 'Mujer y taxista, anécdotas' que se presentó en el Centro Integral de la Mujer de Cádiz. Las profesionales del taxi representan tan solo el 1% de personas que se dedican al gremio en la capital. Poquísimas. Pero al parecer es un dato extrapolable al resto de España.
Alguien puede considerar que señalar esta diferencia hace un flaco favor o supone un trato preferente a las mujeres: "¿Eso es una noticia? ¿que haya mujeres taxistas? pero si eso ya se sabe", por ahí no van los tiros. La intención debe ir por visibilizar el empleo femenino. A lo mejor en el ambiente distendido y amable que transpira la información de mi colega no invitaba en ese momento a preguntar qué tipo de inconvenientes tenían frente sus compañeros de profesión, si es que los hay, el trato de la clientela... Sería interesante.
En esta semana se ha sabido que El Corte Inglés ha sido condenado por discriminación a sus trabajadoras en los salarios, así que no está de más bucear de vez en cuando en el empleo de las mujeres y de otras personas que pueden encontrar serias dificultades tanto para acceder al mercado laboral como para obtener unas condiciones que se equiparen a lo que la normatividad general reclama como justo.
¡Son tantas cosas! ¡hay tanto que decir! ¡hay tanto que visibilizar!