Hoy es uno de esos días que los medios llevan preparando durante una semana como mínimo. Si en el mundo futbolístico del periodismo se van gestando los 'clásicos' desde dos o tres jornadas antes, fechas como la de hoy tienen la misma trascendencia mediática, se prepara el terreno, gran jolgorio el día de conmemoración y ya hasta la próxima.
¿Hoy es un buen día para recontar de nuevo las víctimas de violencia de género del mes, año o década? Sí, cualquier día es bueno para recordarlas, aunque no solamente se debe hablar de víctimas mortales, error bastante común. ¿Hoy es conveniente recordar que tenemos una ley insuficiente que no soluciona ni ataja este desastre social? Sí, tal vez sería más acertado, recordando además los salvajes recortes sociales que afectan directamente a esta lucha.
Considero que hoy no es día de lamentar, hoy es día de señalar. Señalar las escasas ayudas que reciben las personas que son víctimas de esta violencia. Señalar que la violencia de género no es unidireccional de hombre a mujer, que existen otras más: de mujer a hombre, de mujer a mujer y de hombre a hombre, contra la diversidad. Señalar que la violencia de género no es violencia doméstica, que no se queda en el ámbito familiar, que no es un estigma, que no es una mala carta que se nos ha presentado en el destino.
¿Qué hacen hoy los medios en general? Os lo resumo: la violencia machista mata; la violencia machista se ha cobrado la vida de ___ mujeres en los que llevamos de año, ____ menos/más que en el mismo periodo del año ____...
El caso de Ana Orantes en 1997 marcó un antes y un después en cómo se abordaban estas informaciones. Resumo mucho: Ana Orantes acudió a Canal Sur a hablar sobre los malos tratos de su ex marido durante décadas, toda su vida, a sabiendas de posibles represalias. Y éstas llegaron, días después de su testimonio, fue asesinada por él. Shock social. Se prometió más cuidado y atención.
¿Qué ha pasado desde ese caso? Buenas intenciones, decenas de decálogos, recomendaciones, normas de estilo... pero luego vemos cosas como el caso de la RTV Castilla-La Mancha, que ya conté aquí.
Desalentador.
Pero estamos hablando de la violencia de las evidencias, de las marcas en la cara, de los cardenales y las magulladuras, pero ¿y la presión social a las mujeres en nuestros cuerpos, en nuestra sexualidad y en el mundo laboral? Someter nuestras capacidades a la imagen también es violencia, cuestionar nuestra valía profesional por nuestra elección vital o familiar es violencia. Forzarnos a llevar un camino con represalias sociales, económicas o físicas también es violencia. ¿Decidir sobre nuestros cuerpos? También.
Hoy no es día de lamentar, hoy es día de señalar, abrir más ojos, mostrar una solidaridad firme, no condescendiente. El 'buenismo' hoy no sirve. Las mujeres estamos acostumbradas a apretar los dientes y seguir hasta alcanzar nuestros objetivos: trabajar, votar... Las mujeres (y da igual con qué tipo de genitales se naciera) tenemos que seguir. Que este día no se convierta en el 'clásico' de la temporada, que esto es más serio, que no nos encontremos de nuevo el 25 de noviembre de 2014.
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