"La Revolución será feminista o no será".
Esta época convulsa debe ser de una vez por todas el principio del cambio, convenciéndonos de que todas las personas somos iguales dando igual nuestro sexo, nuestro género, nuestra raza, nuestra procedencia, credo o números en la cuenta corriente. Eso busca el feminismo y esa es la lucha constante.
Los medios de comunicación tienen ahora muchas ocupaciones: sobres que vuelan de mano en mano por las sedes de los partidos políticos, bancos que son rescatados y personas que se hunden sin que importe, la Liga, infantas con las manos largas, la Champions y crisis, mucha crisis. Por eso tal vez no caben las informaciones que dicen que en Gaza se ha puesto en marcha la ley aprobada en febrero de 2013 que prohíbe la enseñanza mixta en las escuelas.
En España saltó el escándalo cuando el ala más conservador del Partido Popular defendió la vuelta a la segregación de escolares en la comunidad de Madrid. Eché de menos un análisis más profundo en los medios de comunicación que fuera más allá de los discursos clásicos. Se acudió a los sindicatos de profesionales de la Educación, al Instituto de la Mujer... muy bien y correcto, pero no recuerdo haber visto/escuchado las opiniones de alguna persona que explique en los medios el interés por mantener una diferenciación en la Educación de niñas y niños.
Cuando una ya toma contacto con la lucha feminista se da cuenta de las trampas diarias que nos encontramos pero que somos incapaces de reconocer por desconocimiento. Comenzar la diferencia entre unas y otros desde que están en los colegios lleva irremediablemente a una sociedad adulta disgregada y desigual y los medios tienen el deber de denunciar estos peligros.
Las personas que ocupan cargos en los medios y las que deciden los contenidos parecen no encontrar el espacio suficiente para denunciar estos abusos, que se convierten en productos exóticos con marcados días en el calendario: Día Mundial de la Infancia, Día Internacional de la Mujer, Día de la Educación No Sexista, Día Internacional de la Niña...
Alguna vez he escuchado que si se tuvieran que hacer públicas todas informaciones a lo mejor el telediario duraba una hora, los informativos en la radio algo más y los periódicos pesarían más que un ladrillo. Discrepo con estas opiniones. Las informaciones del frío en invierno y sobre el calor en verano podrían dejarse para los avances meteorológicos, por ejemplo; las imágenes sobre los concursos de comer salchichas de EEUU se emitirían en los programas de humor; o dejar los estrenos cinematográficos para la publicidad. Pero hay que querer hacerlo.
El caso de Malala Ysufzai, una escolar de pakistaní que fue tiroteada por acudir a clase que salvó la vida, sí llenó telediarios, ocupó portadas y abrió informativos durante días. La profesora Shahnaz Nazli tiroteada a finales de marzo por dar clases a niñas en Pakistán de este año no contó con la misma cobertura. Se trataba de una mujer de 41 años y de que estaba ejerciendo una profesión de alto riesgo en una zona "complicada". Como si fuera algo inevitable. La violencia como suceso inevitable o accidental. No. La segregación, la falta de formación y el aborregamiento en general es lo que lleva a ver a la otra persona como diferente y en el peor de los casos como inferior.
Pero no importa, la infanta Cristina está imputada.

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