Cienfuegos fue redactora de 'La Pensadora Gaditana' que se publicó en Cádiz desde el mes de julio de 1763 hasta el mismo mes de 1764. Se publicaron en ese año un total de 52 pensamientos, con un claro perfil rebelde frente a las normas establecidas hasta ese momento por la sociedad para las mujeres. Y así nos lo contó ella misma:
"Yo señores gozo de la suerte de ser hija de Cádiz: bastante he dicho para poder hablar sin vergüenza. Mis padres desde pequeña, me inclinaron a monja, pero yo siempre dilaté la ejecución. Ellos porfiaron y para conseguir el fin de sus intentos me enseñaron el manejo de los libros y formaron en el buen gusto de las letras para lo que, dándome maestros, con alguna aplicación mía me impusieron en la latinidad. Sé hacer un silogismo y no ignoro que la matera primera no puede existir sin la forma, con estas bachillerías y seis años de reclusión en un convento, he salido tan teóloga que todos en mi casa me veneran por una sibila".
Cienfuegos, pseudónimo de la escritora, fue muy criticada por sus pensamientos publicados hasta el punto de cuestionarse realmente si era una mujer o no. Ella aclaró tajantemente esas dudas:
"¿Dios ha dado a las mujeres otra alma distinta, y de menos facultades que la del hombre? o ¿procuran hacer valer aquella antigua y errada opinión, de que las mujeres eran animales imperfectosm extendiéndola también a sus luces, a sus discursos y a su entendimiento?... Desengáñense Uds., mujer soy, y mujer que tal puede discurrir, y ojalá que me fuera posible dejar de serlo, para de este modo alejarme cuanto pueda de un sexo que tan poco procura su esplendor".
Las críticas llegaban de hombres y también de mujeres, en esa época eran pocas las mujeres con cierto nivel de alfabetización y todas además de clase alta, que eran las que podían tener acceso a la más mínima formación (a finales del siglo XIX había solo un 9,6% de la población femenina alfabetizada). ¿Era concebible que una mujer tuviera esas ideas propias además tan revolucionarias para la época? Solo el cansancio por tener tantos frentes abiertos frenó la actividad de Beatriz Cienfuegos, pero tenemos la certeza de que gracias a ella, y a muchas como ella, la incursión de la mujer en el Periodismo fue creciendo, como redactoras y como editoras, promulgando pensamientos e ideas que por desgracia aún hoy nos suenan demasiado.
"Mi inclinación es la libertad de una vida sin la sujeción penosa del matrimonio ni la esclavitud vitalicia de un encierro"
Citas de: 'La Pensadora Gaditana'
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